Lo primero que nos contó el profesor Grez es que la organización de los trabajadores, en la forma que hoy la conocemos, no siempre fue la misma a lo largo de la historia. De hecho no siempre existió la figura del sindicato, así como tampoco el movimiento popular, y para que su creación surgiera en el mundo del trabajo se requirió de la denominada ‘conciencia de clase’.
Antes de los sindicatos lo que exista en Chile y en casi todo el mundo occidental, eran las organizaciones ‘mutualistas’, ‘las sociedades de socorros mutuos’ en las que los trabajadores cotizaban de sus sueldos para ayudarse mutuamente en casos de accidentes laborales, de enfermedad, de pérdida del trabajo y en los casos de fallecimiento del socio, es decir, para ayudar a la viuda y a los huérfanos. Estas organizaciones florecieron con un gran desarrollo en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX y la alborada del siglo XX.
A medida que pasó el tiempo y se impuso el capitalismo, y con él vino aparejado el nacimiento de la moderna clase obrera, los trabajadores asalariados comenzaron a comprender que el socorro mutuo era insuficiente para hacer frente a las necesidades de la vida y empezaron a organizarse para levantar sus propias reivindicaciones frente al capital, en un primer momento fueron organizaciones circunstanciales, auto gestionadas, comités de huelga que desaparecían una vez que terminaba el conflicto, sin embargo, algunas de estas organizaciones comenzaron a tener un carácter más permanente y su transformación dio origen a las ‘sociedad de resistencia’ o ‘en resistencia’, dijo el académico.
La primera de esta sociedades surgió en el país en 1898 en Santiago, impulsada por trabajadores anarquistas que rápidamente se propagaron por todos los gremios y ya no solo formadas por anarquistas sino por todo tipo de trabajadores. Unos años después aparecieron las ‘sociedades mancomunales de obreros’ que fueron otra forma de sindicalismo. El Ph.D. en Historia indicó que estas sociedades fueron un tipo nuevo de organización que no solo se ocupa de los asuntos estrictamente laborales sino que desarrolla otro tipo de actividades como la publicación de periódicos, el desarrollo de actividades de educación popular junto con actividades de mutualismo, fueron en definitiva, un tipo de organización de transición.
Todo este desarrollo se produjo en un contexto en que el Estado oligárquico no tuvo ninguna injerencia y bajo ningún marco legal para las actividades sociales y productivas.
En este sentido y consultado por el origen del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Excavadores y Alcantarilleros, el histórico dirigente Sergio Troncoso señaló que las primeras organizaciones de trabajadores de su gremio surgieron en 1920 con asalariados del sector de los areneros y carpinteros. Ya en 1936, se creó la Federación Industrial de la Edificación, Madera y Materiales de Construcción, la que se mantuvo vigente hasta el año 1973, junto con el Golpe de Estado.
Luego de relatar las innumerables gestiones que hicieron posible la creación de la CUT en 1953, tanto el Profesor Grez como el dirigente Sergio Troncoso se lamentaron de la baja tasa de sindicalización que al día de hoy exhiben las organizaciones laborales en el país, ya que hasta 1973 existían un 32% de adhesión organizacional, cifra que hoy no supera el 10%.
Es el racconto apasionado del sindicalismo chileno en la voz autorizada del Ph.D. en Historia, Sergio Grez Toso, académico de la Universidad de Chile, y un dirigente del histórico Sindicato de Excavadores y Alcantarilleros, entidad que acaba de cumplir 64 años de vida y cuya sede ubicada en Serrano 444 fuera declarada ‘Monumento Histórico Nacional’.
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