Cómo conciliar las necesidades e intereses de trabajadores y trabajadoras acorde a los ritmos de producción, por un lado, y la prestación servicios eficientes de los funcionarios y colaboradores públicos frente a la ciudadanía, por el otro. ¿Qué tipo de liderazgos se requieren, entonces, para armonizar la modernidad contemporánea con la dignidad laboral?
Patricio Muñoz, abogado laborista y funcionario de la Dirección del Trabajo, fue invitado por Grupo Impulso y Citoyens 102.5 FM, de Radio UdeChile, para reflexionar sobre el quehacer de los sindicatos, los nuevos paradigmas para el liderazgo actual y los derechos laborales del mundo asalariado en Chile.
¿Qué problemas son los que aquejan con mayor frecuencia a estos nuevos laborantes? Más allá del tamaño de la empresa, indicó Muñoz, el problema principal radica en“el reconocimiento del sindicato como un sujeto de derecho”. Entonces, los dirigentes deben ofrecer tenaces luchas para conseguir este trofeo social.
En materias normativas, las complejidades se repiten exponencialmente en las organizaciones sindicales, y es“en gran medida por un desconocimiento sobre ciertas cláusulas de contratos colectivos y el no pago de dichos acuerdos”. Su reparación histórica tuvo que esperar 39 años para el ejercicio legal – creado bajo el paraguas del ‘Plan laboral’ de 1979 – y modificado en la última Reforma Laboral, respecto del Libro IV del ‘Código del Trabajo’ en lo referido al ‘derecho colectivo’, argumentó Muñoz.
El modelo mundial que sustenta la actual economía de mercado no es el escenario más reconfortante para que deambulen los sindicatos.“Hay un cuestionamiento no solo del sindicato – como un ente – hay un cuestionamiento respecto a la representatividad de los sindicatos”, señaló el abogado.
Entonces, quiere decir que, ¿los dirigentes siguen un modelo de la época postindustrial y no se han acomodado a la actual sociedad tecnológica? Para este funcionario de la Dirección del Trabajo la respuesta es clara, “estos sindicatos han quedado un poco al margen de cómo interpretar aquello”. Por otro lado, cambiaron drásticamente los paradigmas del ‘Estado de Bienestar’ en el mundo, perdiéndose la representatividad de los partidos políticos como representantes de los trabajadores. La historia – ciertamente – cambió de óptica, dijo Muñoz.
En la actualidad, el mundo asalariado modificó el espacio de las industrias por el de emprendedores en pequeñas y medianas empresas de tercerización, donde permanecen como trabajadores pero con las reglas del mercado. También, acotó Muñoz, coexiste en el umbral de la complicidad ciudadana y gubernamental el trabajo doméstico, como base de sustento capitalista.
De un modo u otro, las organizaciones de trabajadores cambiaron su rol y función social. “No existe – por ejemplo – en nuestro Código del Trabajo la huelga política, la huelga solidaria”, ésta solo se produce en el contexto de la negociación colectiva. Por lo tanto, el sindicato “ha perdido esta fuerza, ha perdido esta capacidad de influir en la agenda legislativa, en la sociedad”.
“Hay un cuestionamiento a los liderazgos y a las viejas estructuras” sindicales que en los años 60’ y 70’ representaban proyectos para la construcción de un modelo de sociedad. Hoy el panorama no es muy alentador, coexiste una gran dispersión sindical, de hecho funcionan alrededor de cinco centrales sindicales en el país, y también al interior de las empresas se pueden encontrar hasta cuatro organizaciones disputándose el poder de la negociación y sus adherentes. Ello, ha cambiado el rumbo sindical, “la cosa económica los golpea muy fuerte”, puntualizó.
“Creo que hay bastantes dirigentes y muy pocos líderes”. Muñoz agregó que, faltan liderazgos más claros y abiertos a las comunidades o asociados. Aunque reconoce que ha aumentado la sindicalización de trabajadores del Estado, y en menor medida en empresas privadas, esto último se debería al aumento de contratos a plazo fijo en el sector privado.
Respecto de la formación y capacitación de dirigentes, Muñoz, habló de la mala educación escolar que posee la mayoría de éstos, y por cierto, en materias laborales la carencia es abismante. “La capacitación, a lo menos, cumple un rol para que conozcan los derechos sindicales más básicos”, con la finalidad de interlocutar adecuadamente con la empresa.
Volver a escuchar la entrevista: viernes 5 de abril.