Entre las áreas de trabajo que ofrece Grupo Impulso a los nuevos líderes, está el apoyo a los procesos de negociación colectiva de las sindicatos mineros, mejorar las relaciones laborales y sociales al interior de empresas y comunidades, apuntar al logro de un desarrollo sustentable en los territorios, pero fundamentalmente, fortalecer la entrega de nuevas herramientas comunicacionales y de gestión a las directivas sindicales.
El principal foco está en acortar las brechas de las organizaciones de menores recursos, renovando el impulso y liderazgo institucional. Lo que se busca es impulsar un tipo de liderazgo que apunte hacia la dignidad del servicio comunitario, y de este modo se transformen en líderes proactivos, especialmente en su formación ética.
El objetivo de este tipo de educación social es que, los dirigentes generen un cambio vital en la sociedad, que sean fuentes permanentes de consulta para los gobiernos locales y los parlamentarios, para que su participación activa en democracia sea un rol importante y que sus opiniones tengan injerencia en las próximas reformas laborales.
Lo importante es crear una nueva sociedad donde los trabajadores sean parte de los modelos productivos, “y con ello, hacer partícipes a los empresarios en la capacitación de sus trabajadores y que un colaborador capacitado no es una amenaza, sino un aporte, un instrumento a la mejora de relaciones laborales para ambas partes”, señala Alejandro Sandoval, Director Ejecutivo de Grupo Impulso.